La única cosa que nos hace salir de esto, es empalmar nuestra relación con Dios, y esto sucede cuando hay una visión espiritual que aclare, y esto nos lleva a lo anterior, a que nacimos para hacer felices a los demás. A nosotros nos conviene hacer felices a los demás, porque eso es lo único que nos va a hacer felices a nosotros. esa es la lógica centrada en nosotros mismos, el comprender este mensaje.
Si tu haces felices a los demás como una ofrenda a Dios, eso es lo mejor. Si tu ofreces tu esfuerzo en hacer felices a los demás, no para hacerte feliz a ti mismo, sino para hacer feliz a Dios, entonces tu vida comienza a ser Trascendental.
Cuando tu haces felices a los demás solamente para hacerte feliz a ti mismo, eso se llama acción caritativa bondadosa y generosa en la modalidad de la Bondad. Eso es bueno, pero es burdo, porque Dios tiene que ser parte de todo lo que uno hace, todo debe ser una ofrenda al Señor Supremo y así nos vamos a llenar con la verdadera Conciencia Trascendental.
Nacimos en este mundo para aprender a hacer felices a los demás, y ¿cómo uno aprende esto? Siendo muy sensible. Uno tiene que tener la sensibilidad de observar cómo, lo que yo hago, impacta a los demás. Saber qué piensa mi mamá, qué piensa mi profesor, qué piensa mi amiga, qué piensa el perrito, qué piensan todos esos seres que viven a mi alrededor, cómo ellos se sienten cuando me ven a mí.
Y cuando ud. asuste a la gente cuando aparezca, es bien seguro que su conducta está equivocada.