Todo lo que nace muere. Es una ley inexorable. Pero hay algo que no muere y es aquello que realmente somos, un alma espiritual. Como seres encarnads en realidad no pertenecemos aquí, estamos aquí para prepararnos. Hasta los maestros se marchan de la tierra. Lo que pasa es que si uno piensa en Dios, se va al mundo espriitual, quien ha vivido con Dios en el centro de su antencion, tuvo una vida muy auspiciosa. Eso no sucede mucho en el mundo; corren detrás del dinero, la fama y la diversión.
Los santos nos invitan a vivir en la conciencia de que uno tiene que salir de este mundo, nos invitan a vivir para Dios, a poder servirle. La vida espiritual es una gran oportunidad. Las ideas espirituales son ideales. Una idea debe estar de acuerdo a un ideal, algo muy grandioso. Los ideales que tenemos aquí son ideales vinculados con la relación con Dios.