Yo le debo mi vida a Srila prabhupada. Esta es la mayor evidencia de la importancia de que el practicante de vida espiritual debe relacionarse prioritariamente con devotos, lo que llamamos sadhusanga, reunión de sabios. Mi Maestro Espiritual me formó para que enseñe al mundo que el Amor es lo más grande y que el mayor amor que existe es el que Dios tiene por todos sus hijos. Nosotros predicamos sobre las exhibiciones de ese amor hacia nosotros.