Respuesta: Vida espiritual sostenible es una vida de compasión. Allí no se pierde el ánimo, sin compasión se pierde rápido el entusiasmo; ni queremos levantarnos a la mañana.
Pero si en nuestra mente viven los 5, 10 ó 100 personas que estamos cultivando en el momento para que también ellos se acerquen a Dios, no habrá momentos de aburrimiento y no perderemos el ánimo.