El Sabio se volvió muy serio y dijo: “Si quieres terminar con esta existencia material, realmente tienes que dejar de cometer tantos errores. Tienes que buscar la verdad y estar dispuesto de servir la causa común”. ¿Qué es la causa común?. Le pregunté. “ La causa del bienqueriente incondicional de todos nuestros hermanos y hermanas. Sólo grandes almas pueden entender esto.
Los que se matan aquí son cobardes. No querían hacer lo necesario para superar sus errores del pasado. No saben que todo es para un fin maravilloso pero sólo con responsabilidad y sin egoísmo se puede acercar a esto. “Estas dispuesto a vivir para encontrar la meta, vivir para servir la verdad”
Yo pensaba que esto seria lindo. Yo no quería vivir para la ilusión, para los militares o los explotadores del mundo material. Le dije que sí y que me instruya por favor.
El sabio se volvió mi maestro espiritual y mi vida tomó un rumbo muy diferente.