No es nuestro destino final trabajar todos juntos. Debemos separarnos para que cada uno de nosotros tome completa responsabilidad de sus propias acciones y así tratar de complacer a nuestros maestros espirituales. El mundo esta cansado de las grandes instituciones. Solo el trabajo individual y sincero llama la atención. La relación individual con un sabio verdadero es el regalo más grande que puede aportar un cambio total en el corazón de un alma condicionada.