Para adelantar en la vida espiritual prácticamente se puede decir que el secreto es la ocupación; hay que hacer lo posible por mantener la mente ocupada, la vida ocupada.
Nuestro maestro espiritual nos ocupa para que hagamos algo bonito para Dios y para nuestros hermanos. Cuando la mente está desocupada, como decía una santa cristiana, se convierte en el taller del diablo.