Las gracias que se le dan a Dios son la respiración correcta, la alimentación
correcta, el trato correcto, hacer todo lo que hacemos de manera correcta. Lo correcto es servicio a Dios y lo
incorrecto es la apatía o la ofensa hacia él. Dios es la suma total del interés
colectivo, Dios es la bondad para con todos,
el infinito bienqueriente de toda entidad viviente. Dios es el agua que
nos nutre, el aire que nos permite respirar. Dios es la sonrisa que viene hacia
nosotros animándonos en nuestro camino. Pero Dios no es sólo lo hermoso que nos sucede o lo que nosotros vemos como hermoso.
Indirectamente, Dios también es la
tentación que nos permite ver todo lo que ocurre con uno cuando nos desviamos de la
meta. Nuestro camino hacia Dios es un camino que incluye todas las facultades, así que con todo lo que somos podemos darle gracias a Dios por todo lo que recibimos. Nuestros Maestros nos enseñan que el camino que enseñan los Vedas, en la cultura de la India, es el camino de la dedicación, ofrecerle todo a Dios en nuestra vida cotidiana.